El reloj hace una pausa y nadie corre detrás de horarios, uno se relaja y realmente hace lo que tiene ganas... hay tiempo de sobra para desayunos en la cama, charlas profundas, un buen libro que nos atrapa, seguir esa serie que no da respiro y nos deja con ganas de ver más.
Se comparten risas, mimos, cuentos de lo que vivieron tus hijos adolescentes la noche anterior.
Y sí, uno agradece cada momento vivido, cada pequeño detalle... esos que nos hacen vibrar y le dan sentido a nuestras vidas.
Y vos, ¿cómo estás viviendo este domingo?
Nenhum comentário:
Postar um comentário